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Un entierro humano
 
Lo que llamamos muerte puede convertirse en una hermosa puesta de sol en el mundo físico y una maravillosa salida de sol en el mundo espiritual.
(Del artículo "A través de la puerta de la muerte")
 
En virtud de la ley eterna del amor ninguna muerte … podría existir sin ser un nuevo "nacimiento".
(Exequias, cap. 169)
Cada hombre y cada mujer pueden hacer mucho para que su despedida con este mundo tenga lugar de una manera armoniosa y bella.
(Del artículo "A través de la puerta de la muerte")

Una nueva forma humana de entierro
Cuando uno se interesa por la Cosmología de Martinus, es natural reflexionar sobre los principios para un entierro humano que Martinus ha descrito. En el libro Exequias menciona el desarrollo de una nueva forma, de una nueva cultura humana funeraria, basada en el principio de la reencarnación y que es una comprensión más profunda del concepto del amor al prójimo, de manera que incluye la manera de tratar el cuerpo abandonado tras nuestra muerte física.

Una importante consecuencia de esto puede ser el deseo de evitar la cremación del cadáver. La razón es que la cremación del cadáver implica una violenta destrucción de la microvida orgánica, físicamente consciente, que sigue teniendo condiciones de vida en el cuerpo largo tiempo después de que se haya producido la denominada "muerte".

En relación con la cremación, un entierro común es considerablemente "menos dañino", como Martinus lo expresa. Pero esta forma tampoco concuerda, en realidad, con los ideales humanos descritos en Exequias. La causa es que el cuerpo enterrado es rápidamente objeto de un proceso de descomposición que, casi, es comparable a un "fuego lento". El universo de microindividuos sobrevivientes también es sometido, con ello, a un proceso de destrucción bastante violenta. 

El trato más amoroso y responsable de los microindividuos sobrevivientes será darles condiciones de manera que puedan "morir" a través de un largo proceso natural, en el que el cuerpo abandonado finalmente se "momifica", es decir, alcanza un estado puramente mineralizado. Martinus prevé que en la cultura funeraria del futuro se desarrollarán métodos nuevos y más humanos, que podrán contribuir a este proceso. Dado que, hoy, estos métodos ideales no pueden realizarse plenamente, hay que elegir los métodos más cercanos al ideal futuro.