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¿Quién es Martinus?
 
Martinus a lo 90 años, foto: © Mischa H. Lim
Martinus

 

 

“Una parte de la casa tenía tejado de paja, y uno de los lados llegaba casi hasta la tierra. En invierno, cuando había nieve, y nuestro padre no estaba en casa, mis hermanos adoptivos se divertían descendiendo en trineo por el tejado, desde la chimenea que se encontraba en la parte superior”
(Del libro Memorias de Martinus)

Martinus vivió en Dinamarca de 1890 a 1981. Es conocido por su amplia producción literaria basada en la ciencia del espíritu, que lleva el título común de El Tercer Testamento.

Su vida incluye el relato sobre el muchacho de pueblo del norte de Jutlandia, pobre y con pocos estudios, que vivió sin que nadie se percibiese de él, hasta que a los 30 años experimentó una transformación muy profunda de su conciencia que le puso en condiciones de describir nada menos que una imagen conjunta científico-espiritual del universo. A partir de ese momento trabajó a lo largo de un periodo de casi 60 años en la descripción y la transmisión de esta imagen del universo, que también lleva el nombre de Cosmología de Martinus y Ciencia del Espíritu de Martinus.

Él mismo cuenta el transcurso de su vida en la conferencia “Sobre mí mismo, mi misión y su importancia”

Casa donde Martinus pasó su infancia
Martinus barndomshjem

Hijo natural- condiciones humildes y escolaridad limitada

Martinus nació el 11 de agosto de 1890 en las afueras del pueblo Sindal, situado en el norte de Jutlandia y con estación de ferrocarril. “Moskildvad”, la casa de su infancia, que hoy está abierta a los interesados, da testimonio de una infancia en la pobreza. Su madre era soltera y trabajaba como ama de llaves de un hacendado en una propiedad con el nombre de “Kristiansminde”. La paternidad se le atribuyó a un mozo de caballos apellidado Thomsen, y su nombre oficial era, por consiguiente, Martinus Thomsen. Pero el creía que era más probable que el hacendado fuera su verdadero padre.

La madre de Martinus, alrededor de 1883
Martinus' mor

La madre no tenía posibilidades de ocuparse del niño, de modo que creció como ahijado en casa del hermano de su madre y su esposa en el ambiente humilde de “Moskildvad”. Los padres que lo acogieron eran mayores y ya habían criado 11 hijos. Martinus hablaba siempre de ellos como de personas muy cariñosas, que, a pesar de las condiciones humildes, rodearon su infancia y adolescencia de afecto y seguridad. Con su verdadera madre, que murió cuando él tenía 11 años,  sólo tenía un contacto muy limitado.

 
Madre adoptiva de Martinus delante de la casa de su infancia, alrededor de 1900
Martinus a los 11 años
Martinus 11 år

En la escuela del pueblo la enseñanza se limitaba a versos de los salmos daneses, al catecismo, geografía, aritmética y algunas veces un poco de historia de Dinamarca e historia natural, en total seis horas a la semana en el semestre de verano y 30 horas a la semana en el semestre de invierno. En casa al muchacho le faltaba frecuentemente material de lectura, porque no tenían medios para comprar libros y revistas. Pero Martinus cuenta que podía leer números viejos de la revista danesa “Familie Journal” (revista semanal para la familia), que había heredado de su madre.

Según el sacerdote local, que pertenecía  al movimiento de la Indre Mission (movimiento de tendencia muy ortodoxa), como “hijo natural” estaba condenado a la perdición eterna, pero Martinus no podía creerse que fuera verdad. En realidad, Martinus ya tenía entonces una relación muy íntima y personal con Dios. Cuenta que si una mosca estaba a punto de ahogarse en la jarra de leche, intentaba salvarla, porque en caso contrario no podía, evidentemente, esperar que Dios quisiera ayudarlo cuando tuviera necesidad de ello.

 
Martinus con su uniforme de vigilante, alrededor de 1918

  

“Lo fundamental para los lectores no son las experiencias espirituales que yo he tenido, sino los resultados que ellas han originado. Porque dichos resultados pueden, en mayor o menor grado, ser investigados por toda persona apta moralmente para ello, imparcial y emancipada. Estos resultados constituyen el conjunto de mi manifestación”.
(En torno al nacimiento de mi misión, Librito 4, cap. 20)

Años de juventud con trabajo práctico

Después de su confirmación fue aprendiz de herrero. Pero tuvo que dejarlo porque no era lo suficientemente fuerte para este trabajo tan duro, y en vez del trabajo en la herrería se dedicó a la agricultura. En 1910 obtuvo el título de oficial lechero y trabajó en diversas centrales lecheras del país antes de mudarse a Copenhague en 1917. Aquí trabajó como vigilante y cartero antes de ser empleado como oficinista en la central lechera “Enigheden”.

Pero Martinus tenía muchos deseos de hacer algo más en su vida que simplemente estar sentado en la oficina y escribir números todo el día. Hubo un periodo en que se sintió atraído por la idea de ser misionero, pero renunció a ella, entre otras cosas porque no podía aceptar la interpretación anacrónica de muchos de los dogmas cristianos. Pero pronto se haría evidente que Martinus tenía su propia misión.

Conciencia cósmica a los 30 años

En marzo de 1921 tuvo lugar una transformación muy decisiva de su vida, tuvo unas experiencias espirituales muy intensas que llevaron consigo una ampliación muy profunda de su conciencia. En torno al nacimiento de mi misión es uno de los libros en los que cuenta detalladamente y de manera muy hermosa estas experiencias espirituales que tuvo de manera inesperada.

Martinus a los 30 años

“El bautismo de fuego que había experimentado, y cuyo análisis detallado no puedo hacer aquí, había dejado tras sí el hecho de que en mí se habían despertado nuevas facultades de percepción, facultades que me ponían en condiciones de ver, no esporádicamente sino en un estado permanente de conciencia diurna despierta, el conjunto de las fuerzas espirituales más importantes, de las causas invisibles, de las leyes eternas, de las energías básicas y de los principios fundamentales tras el mundo físico. El misterio de la vida no era pues un misterio para mí. Había adquirido conciencia de la vida del universo y había sido iniciado en "el principio creador divino". (Livets Bog 1, apartado 21)

Martinus denomina este estado nuevo de conciencia, que alcanzó a los 30 años, “conciencia cósmica”. La condición necesaria para la conciencia cósmica es una facultad de la intuición altamente desarrollada, que todos los hombres tarde o temprano desarrollarán.

 
 
Martinus escribe ”Livets Bog”, Instituto Martinus alrededor de 1955

El trabajo con la imagen cósmica del universo

Tras haber alcanzado su conciencia cósmica, Martinus tuvo que acostumbrarse a usarla. Rápidamente comprendió que era necesario que fuera vegetariano. También comprendió que no podía limitarse a describir sus análisis científico-espirituales en su tiempo libre. Esto supuso el comienzo de unos años en la estrechez, en los que Martinus vivió de la ayuda de personas bondadosas, que comprendieron que era importante que se consagrase a su misión. El primer volumen de “Livets Bog (El Libro de la Vida)”  estuvo terminado para su publicación en 1932, y durante los siguientes casi 50 años continuó su amplia producción literaria, que llegó a comprender varios miles de páginas, dibujos de símbolos y una larga serie de conferencias.

Una parte importante de su misión consiste en poner en claro que el cristianismo y otras religiones evolucionan hacia una forma futura, que corresponda al nivel de conciencia del intelectualizado hombre moderno. Por esto, también designa sus obras como cristianismo intelectualizado y les ha dado el título conjunto de El Tercer Testamento. De este modo reúne el modo de pensar científico y religioso, que son tan diferentes, en una nueva ciencia espiritual, que prevé llegará a ser un fundamento de la futura evolución de la humanidad.

 

 

 

 

”Las facultades que he llegado a desarrollar sólo son las que todos los hombres antes que yo han alcanzado, y las que todos los otros tras mí alcanzarán, todos absolutamente sin ninguna excepción”.
(El Cristianismo Intelectualizado, apartado 5)


Alrededor de 1977, foto: © Mischa H. Lim

Gran personalidad sin que se le dé culto

Martinus en su apartamento del Instituto Martinus alrededor de 1978

Para Martinus era muy importante que no se crease ninguna forma de secta ni afiliación en torno a la obra de su vida, y tampoco deseaba en absoluto ser objeto de culto. No formaba parte de su misión ser un dirigente al que se le da culto, ni ponerse a la cabeza de una comunidad religiosa. Lo fundamental de su vida era escribir y hacer accesible su conocimiento cósmico. En un país pequeño y materialista como Dinamarca, podía desplegar este trabajo pasando inadvertido. Esto no significa, no obstante, que viviera aislado. Era siempre muy acogedor y dedicaba el tiempo que era necesario para responder a preguntas, cuando la gente se dirigía a él. Era, en resumidas cuentas, una persona muy jovial y amable, a la que le gustaba estar con sus amigos. En virtud de su evolución como un hombre con dualidad de polos no vivía en una relación de pareja y no tenía familia. A las frecuentes preguntas sobre este tema respondía de buena gana y jovialmente que estaba casado con toda la humanidad.

Martinus vivió en su pequeño apartamento en el primer piso del Instituto Martinus hasta su fallecimiento en 1981. Pero su “Causa” sigue viviendo y es objeto de creciente interés entre personas con inquietud espiritual en una serie de países alrededor del mundo.