Lee y busca en El Tercer Testamento
   Cap.:  
(1-30) 
 
Búsqueda avanzada
Índice de ¿Qué es la verdad?   

 

 
Capítulo 28
La respuesta de la redención del mundo a la búsqueda de verdad del ser con una actitud intelectual y humanitaria
El hombre actual no busca un «guía», una persona a la que poder entregarse ciegamente en virtud de su facultad de creer; lo que este hombre busca es un conocimiento absoluto, o ciencia, sobre el que reflexionar y al que poder experimentar en su propio ser como una verdad absoluta mediante la cual uno puede estar en condiciones de guiarse, gobernarse y dirigirse a sí mismo. Tal como se ha citado anteriormente, hoy no se tiene la facultad de creer ciegamente, sino que, muy al contrario, se tiene de manera creciente la facultad de investigar y adquirir conocimiento y comprensión. El ser que hoy es el instrumento fundamental de la redención del mundo está, por ello, totalmente de acuerdo con el hecho de que aquello que es deseado como un «sacramento» o un «objeto de adoración» y como un «punto de apoyo» para la fe de los seres no es su persona. Lo único que el hombre moderno, intelectual y evolucionado, desea o ansía hoy es la misma sabiduría o la eterna verdad hecha ciencia, es decir, «el espíritu santo» hecho accesible por medio del pensamiento lógico y el amor al prójimo, demostrado, de modo científico a través de este pensamiento, como el cumplimiento de las leyes de la vida. Dado que el redentor del mundo o la persona manifestada en «la venida de Cristo» hoy ha pasado a último plano, mientras la sabiduría o «el espíritu santo» ha pasado al primer plano como aquello que todo lo irradia, no es extraño que las promesas sobre esta «venida de Cristo» se expresen con las palabras «el intercesor, el espíritu santo», ni que esta «venida» tenga lugar «entre nubes con mucho poder y gloria» y tal «como el relámpago que surge en oriente y brilla hasta occidente». Porque, ¿acaso puede serle dado mayor «poder y gloria» a un hombre que, precisamente, el permitirle entrar en contacto con la absoluta esfera de pensamiento del propio Padre eterno, la propia conciencia del Padre, y de este modo experimentar como su conciencia diurna es iluminada, por medio del pensamiento lógico, con los rayos de su Espíritu y se transforma en «uno con El»? ¿Qué otro «poder y gloria» puede compararse con ese que transforma al ser en la figura perfecta de Dios, «a su imagen y semejanza», y con ello eleva al hijo de Dios hasta la visión de su propia existencia inmortal en un abrazo con el Padre como creador y señor del tiempo y el espacio, de la vida y de la muerte? A decir verdad, «la venida de Cristo», «el intercesor, el espíritu santo» ilumina con sus rayos tanto «las nubes» como «el relámpago» desde «oriente hasta occidente». Sí, aquí los mismos «redentores del mundo», «los mesías» o «los cristos», deben permanecer en segundo plano porque aquí es el rostro del Todopoderoso el que se hace visible para el hijo de Dios que busca.
      Aquí hemos mencionado un estadio en el que la inmensa sed mental del ser – una sed que todo lo impregna – da lugar al deseo de la solución a los misterios de la existencia o los análisis de la verdad absoluta liberados de ilusiones y velos. Este estadio, en el que este análisis absoluto de la verdad es accesible, como ciencia o hecho, a la investigación del ser con sed espiritual, es el segundo estadio de la revelación de la verdad eterna por parte de la redención del mundo. Mientras el primer estadio de esta revelación puede, tal como hemos visto, expresarse como «el camino», el segundo estadio puede, en cambio, expresarse como «la verdad».


Comentarios pueden mandarse al Martinus-Institut.
Información de errores y faltas y problemas técnicos puede mandarse a webmaster.