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Véase el símbolo nº 32 en nueva ventana Índice de La Imagen Eterna del Universo, volumen 3   

 

 
Explicación del símbolo n° 32
32.2  Tal como hemos dicho, el presente símbolo representa la solución del misterio de la vida. El hecho de que tenga la forma de una estrella simboliza que la solución del misterio de la vida es una revelación de una luz divina, que todo lo eclipsa, basada en la armonía, la sabiduría y el amor culminantes. La solución del misterio de la vida se transforma en una salida de sol mental luminosa y reconfortante en la mente y el pensamiento de cada hombre inacabado, en una sensación de la cercanía de Dios inspiradora y donadora de vida, en una resurrección del reino de la muerte y de la oscuridad.
      Alrededor de la estrella vemos en el símbolo una zona de color naranja que forma su borde exterior, dicho borde simboliza la energía del peso, el principio mortífero o dominio de la muerte. Luego viene una zona verde que representa la inteligencia junto con una amarilla que simboliza el sentimiento. El hecho de que estas dos energías de la conciencia se presenten juntas en el símbolo, como formando una unidad, significa que expresan sentimiento intelectualizado, que es lo mismo que amor. La zona citada amarilla-verde representa, pues, la luz, mientras que la de color naranja simboliza la oscuridad.
      Aparte de que, tal como hemos dicho, la zona amarilla-verde representa el amor, en el presente símbolo representa también los dos órganos principales del fuego supremo: el polo masculino y el polo femenino. La zona de color verde simboliza, así, el polo masculino, mientras la amarilla simboliza el polo femenino. Estos dos polos juntos constituyen el fundamento de la creación de la luz y la oscuridad en el ciclo de espiral.
      Tal como vemos en el símbolo, el polo masculino (la zona verde) se muestra, en relación con el polo femenino (la zona amarilla), con unas dimensiones mucho mayores que éste, que sólo forma un borde alrededor de la zona verde. A los seres en los que se hace valer esta relación los calificamos de "seres de sexo masculino", del mismo modo que a los seres en los que se hace valer la relación contraria los calificamos de "seres de sexo femenino". Los seres de sexo masculino y de sexo femenino son, pues, seres en los que sólo uno de los dos polos se encuentra enteramente en actividad. A causa de ello los calificamos de seres "unipolares". Como el resultado final de la evolución de los seres es la dualidad de polos, se les considerará como inacabados en el mismo grado en que son unipolares.
      La figura en el centro de la estrella simboliza al ser bipolar. La figura redonda amarilla-verde del interior representa el polo ordinario del ser, es decir: el polo masculino en los seres de sexo masculino y el polo femenino en los seres de sexo femenino. Alrededor de este polo vemos en el símbolo otra zona amarilla-verde en forma de aro, esta zona representa el polo contrario del ser, o sea, el polo femenino en el hombre y el polo masculino en la mujer. En los colores vemos que el principio masculino y el femenino se han fundido en una unidad equilibrada y armónica. De este modo, el ser ya no es especialmente un ser masculino ni femenino. Ahora constituye el ser bipolar totalmente perfecto, lo cual a su vez significa que se ha transformado en el hombre acabado a imagen y semejanza de Dios. Tiene conciencia cósmica permanente y ahora reside en la conciencia primaria de Dios.


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