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Eutanasia
 

Pregunta
Una lectora de Copenhague escribe: Hace poco que falleció mi esposo, y yo tuve que tomar parte en la grave decisión de apagar el respirador, que lo mantenía en vida. En una situación así tuvo una importancia inapreciable que tanto mi esposo como yo hacía muchos años que conocíamos los análisis de Martinus. Esto ha sido un gran consuelo para mí y mi familia.

Pero, ¿ha escrito o dicho Martinus algo sobre la situación que surge cuando se tiene que apagar el respirador que mantiene a una persona artificialmente en vida?

Respuesta
Martinus no ha escrito directamente sobre la situación que usted describe. Pero, sin embargo, lo ha hecho indirectamente, ya que en varios lugares en El Tercer Testamento ha descrito los principios tras la muerte física.

Le recomiendo, a usted y a otras personas que puedan estar interesadas en el tema, que lea los apartados 2152, 2153 y sobre todo el 2154 del tomo 6 de Livets Bog (El Libro de la Vida). Aquí Martinus escribe sobre el cortocircuito que tiene lugar con la muerte física del organismo: “Si este cortocircuito es de tal envergadura que no puede repararse o arreglarse, el organismo tiene que desecharse, dado que éste, sin el fluido eléctrico o fuerza motriz es inservible y ya no puede cumplir su fin”. 

En una reunión del consejo en 1971, hizo Martinus además las siguientes observaciones en relación con el tema “criterios para la muerte”:

  1. El individuo debe morir cuando ya no hay posibilidades naturales de vida para él.
  2. Mantener vida en un cuerpo, cuando no hay posibilidades de recobrar las posibilidades naturales de vida en un grado razonable, es negativo para la vida en el mundo espiritual.
  3. Los métodos actuales para mantener la vida, por ejemplo, de una persona con una lesión cerebral total, se usan en grado excesivo.
  4. Hay que crear una autoridad que decida cuando no hay que seguir manteniendo vida de manera artificial.
  5. La transplantación de órganos es un proceso antinatural y no tendría que tener lugar sin el consentimiento explícito de la persona en cuestión.

No voy a comentar estos cinco puntos. Pero seguramente darán lugar a una buena discusión, por ejemplo, en el grupo de estudio.

Tiene mucha razón al decir que para nosotros es un consuelo muy grande saber que somos seres eternos. Y que, en el estadio evolutivo en que la humanidad se encuentra, es muy natural alternar ininterrumpidamente entre una existencia física y una existencia espiritual. Lea, por ejemplo el apartado 384 del volumen 2 de Livets Bog (El Libro de la Vida), donde Martinus describe nuestra visita como huéspedes en el mundo espiritual. ¡Leerlo lo llena a uno de alegría!

(Hans Wittendorf, Kosmos n.º 5, 1996- edición en danés)

© Martinus Institut
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